Lo que sucede en estos casos es que la gente empieza a consumir menos en la medida que el precio comienza a subir, lo cual reduce las ventas, que sumado al margen de operaciones que se mantiene fijo desde que el galón de combustibles valía dos dólares en promedio, pone en duros aprietos a los empresarios distribuidores de combustibles.
Esa realidad solo les deja un margen de operación de entre 20 y 25 centavos por galón, lo que apenas les alcanza para cubrir sus costos de operación. "Si vemos precios más altos de los del año pasado, que de por sí fue malo, definitivamente podemos tener el peor de los últimos ocho años", especuló el dirigente.
Sin embargo dijo que cuando los precios suben por razones coyunturales, como la de Libia, son precios pasajeros, pero "cuando suben porque la demanda mundial está creciendo, ahí son precios que se quedan para siempre".
Lo que puede ocurrir debido a que haya barcos de guerra rodeando Libia, es que empeoran la crisis, porque si estos barcos entran en una confrontación bélica "el precio del petróleo seguramente va a subir, incluso a más de $120", aseguró.
Por su parte el gerente de la Asociación Salvadoreña de Distribuidores de Productos de Petróleo (ASDPP), Julio Villagrán, confirmó que las próximas semanas se estaría arribando por lo menos a $4.25 el galón.
"La semana que viene sin duda vienen alzas, vendrán un poco más grandes, quizá unos quince (centavos por galón). Me atrevo a decir que si sigue así como hoy se ha comportado el mercado, estaríamos bastante cerca a las proyecciones que hablamos", añadió.
Según Villagrán, el barril de petróleo a $120 en la zona de América implica precios arriba de los cinco dólares el galón de combustible, en un primer momento, porque los precios de los derivados están un poco más arriba que en 2008, que fue el año de los más altos precios del crudo, explicó.
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